Nunca sabemos hacia qué lugar se dirige nuestra vida, podemos tener ideas turbias de lo que queremos hacer con ella, pero nada podemos dar por seguro. El destino no existe.
Hasta ahora creía tener unas metas claras, pero la espontaneidad de la existencia ha jugado con ellas a las cartas y las ha perdido por diferentes rincones de mis pensamientos. Todo aquello que un día creí y por lo que un día soñé se deshace ahora como un frío e indefenso trozo de hielo bajo el ardiente sol.
Intento buscar esas cartas, una a una, para ordenarlas de una manera nueva que hasta hoy desconocía.
Mi vida es ahora un nuevo amanecer que nace acariciado por las olas del inmenso mar.
buena la narracion heee genial todo es verdad ..
ResponderEliminarMuchísimas gracias, me alegra que te haya gustado!
EliminarUn saludo :)
muy buena la última frase
ResponderEliminarsiempre hay que creer en lo que tu quieres hacer, se pondrán obstáculos en el camino pero eso es lo emocionante de la vida
saludosssss Ángela ;)
Tienes razón, sin eso, la vida no sería vida.
EliminarMuchas gracias por haberte pasado por aquí, me alegra que te haya gustado.
Un saludo Mª José :)